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EL TEATRO CALLEJERO DE CECILIO MADANES

Cecilio Madanes
 Si hay un trabajo teatral que quedó asociado para siempre al nombre de Cecilio Madanes, es el que realizó en el teatro Caminito y más precisamente en la calle "Caminito" desde 1957, a su regreso de un viaje de meses, como curador de una muestra de arte argentino en cruceros de placer. Viajaba en un camarote de 6 camas, con cuadros de Berni, Soldi, Castagnino y cincuenta pintores más, que vendía desde Estados Unidos a Japón. 
Y tan importante fue su trabajo en "Caminito" que él mismo lo recordaba así: " El hijo que no tuve es el teatro Caminito. Teatro al aire libre, como había visto en Venecia. Lo que iba a ser un experimento de dos semanas, finalmente duró 15 años, con dos funciones y mil quinientos espectadores diarios. Así, en medio de la Boca y la noche, renacieron Shakespeare, Goldoni, García Lorca, Pirandello, Discépolo y una galería fabulosa de autores y obras. Allí pude ser un creador total. Inventé todo, junto a gente muy muy capaz. A partir de 1957, Caminito se transformó así en el gran camino de su vida, jalonado por el trabajo y compromiso de los más de 600 actores y cientos de miles de espectadores que se emocionaron en esa calle ganada para el teatro. " "De mí surgió la idea -dijo Madanes más de una vez- pero fue la concreción de una suerte de magia colectiva en la que participamos desde autores, actores y técnicos hasta vecinos de La Boca".
Quiero destacar que la iluminación y sonido de esta y toda obra que Madanes presentó en la calle "Caminito" fue un trabajo de Don Alfredo Galante a quien tuve la suerte de conocer y por el que guardo un enorme respeto y afecto. Pero además, su trabajo de iluminación y sonido, la crítica del espectáculo lo reconoció. (Diario La Prensa 20/12/1957 Pag 14: " Un magnífico fondo iluminado que muestra la orilla del riachuelo y un final con luces de colores que cruzan el cielo, hablan por si solos de la sólida originalidad y las pruebas de inquietud de Madanes") Claro, Madanes sabía que no necesitaba un iluminador tradicional de teatro; estaba al aire libre donde luces y sonidos se juegan con otros códigos y por eso confio en Alfredo Galante quien tenía a sus cargo, desde hacia años, todo acto estatal realizado en la vía pública y, Alfredo Galante no lo defraudó.
Lo obra que Madanes había visto en Venecia era "Los chismes de las mujeres " de Carlo Goldoni y con esa obra inauguró aquellla experiencia y aquí está el programa de mano de aquella vez y las notas aparecidas en la revista Mundo Argentino que forman parte de mi colección y que hoy pongo a disposición de todos:





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